Las otras consecuencias de la rehabilitación energética de nuestros edificios: luces y sombras
La necesaria y obligatoria rehabilitación energética de los edificios residenciales está presente en el día a día de nuestros pueblos y ciudades. Las fachadas andamiadas se multiplican y su rehabilitación está generando un nuevo “boom” en el sector de la edificación. Como consecuencia, muchos edificios están siendo revestidos con nuevas y variadas pieles y están viendo alterada su imagen de forma definitiva.
Pero en este contexto, surgen muchas preguntas: ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Hacia dónde vamos? ¿Son realmente válidas y eficaces muchas de las soluciones planteadas? ¿Ayudan las actuales normativas a su eficiencia? ¿Cuál debe ser el grado de intervención en cada una de las diferentes tipologías edificatorias? ¿Cómo está afectando a la transformación e imagen de los centros históricos y de los barrios periféricos? ¿Cómo afecta a los edificios catalogados o considerados patrimonio? ¿Cuál debe ser el papel de cada uno de los agentes intervinientes en el proceso (Propiedad, Administración, profesionales de la arquitectura, empresas constructoras, etc.)? O incluso, teniendo en cuenta la indudable repercusión en la economía de las personas usuarias, ¿cuenta la opinión de éstas?, ¿son suficientes las ayudas financieras existentes? ¿tiene consecuencias sociales? En definitiva, muchas preguntas y la duda de si se ha reflexionado lo suficiente para ir dando respuesta a las mismas.
El Curso de Verano quiere huir de los datos fríos y del habitual enfoque técnico de los aspectos relacionados con la eficiencia energética y pretende centrarse más en la reflexión y debate sobre las otras consecuencias, aquellas normalmente no mencionadas ni pensadas previamente, de lo que está ocurriendo en el ámbito de la rehabilitación energética de nuestros edificios. En definitiva, hablar no solo de las luces sino también de las sombras.
